Una semana después del fallecimiento del presidente Hugo Chávez, cuyo
cuerpo aún está en capilla ardiente, Venezuela se debate entre
homenajes al hombre que la gobernó desde 1999 y una tensión electoral
alimentada por acusaciones mutuas.
Los venezolanos retornaban hoy a la normalidad tras siete días de
duelo nacional y en medio de una nueva batalla por el poder, esta vez
entre el delfín del fallecido gobernante, el presidente encargado,
Nicolás Maduro, y el líder opositor Henrique Capriles.
El esperado tratamiento hoy en la Asamblea Nacional de la enmienda
constitucional para que los restos de Chávez puedan ser llevados al
Panteón Nacional finalmente fue pospuesto, porque el oficialismo quiere
estudiar más “los mecanismos” para ese traslado.
Mientras tanto, hoy la oposición denunció una supuesta emboscada a su
candidato que le impidió presentar su candidatura ante el ente
electoral, mientras el oficialismo insistió en una victoria cantada de
Maduro en nombre de Chávez, que hoy fue objeto de un nuevo homenaje a
las 16.25 local (20.25 GMT), la hora en la que falleció el mandatario.
Ocho días después de la muerte de Chávez los recuerdos del hombre que
gobernó el país desde hace 14 años se confunden con una campaña que ha
arrancado aupada por miles de chavistas que siguen llegando desde
distintos puntos del país y se mantienen en extensas filas para darle el
último adiós al fallecido mandatario.
Maduro, ungido por Chávez en diciembre pasado antes de la cuarta
operación a la que se sometió desde que le detectaron el cáncer a
mediados de 2011, presentó ayer su candidatura con la promesa de
continuar con las banderas de la revolución bolivariana.
“Ese pueblo de Simón Bolívar que esta aquí en su corazón adolorido,
ayer en la calle lo que dijo fue una sola palabra: Nicolás Maduro, este
hombre que esta aquí, obrero, hijo de Chávez, va a ser presidente de la
República por mandato del pueblo”, afirmó Maduro tras recibir a ocho
embajadores designados ante Venezuela.
Maduro aseguró al canal estatal VTV que ayer, cuando estuvo arropado
por miles de seguidores de Chávez que se dieron cita ante el Consejo
Nacional Electoral (CNE), el pueblo llevaba la “marca” y la “fuerza” de
la victoria en su rostro y ojos.
“Nada ni nadie nos va a quitar la victoria el 14 de abril, nada ni
nadie (…) La victoria pertenece al pueblo de Bolívar, de Simón Bolívar,
pertenece al comandante Hugo Chávez que levantó las banderas de Simón
Bolívar de manera auténtica”, añadió.
El nuevo vicepresidente, Jorge Arreaza, yerno de Chávez, también
vaticinó el triunfo de Maduro, en lo que consideró será una victoria del
fallecido gobernante e impulsor de la revolución bolivariana.
Entretanto, la oposición denunció que su líder, Henrique Capriles, no
formalizó este lunes personalmente su candidatura debido a
informaciones de que se preparaba una emboscada para “agredir y atentar”
contra él.
“Manejábamos informaciones muy serias y de fuentes fidedignas,
incluso de organismos de seguridad, de inteligencia del propio Gobierno,
que se preparaba contra el candidato Henrique Capriles una emboscada en
las inmediaciones o en las propias instalaciones” del CNE, dijo el jefe
de la campaña opositora, Henry Falcón.
Un representante del equipo de Capriles inscribió ayer la candidatura
de Capriles para los comicios del próximo 14 de abril, en los que se
enfrentará a Maduro y otros seis aspirantes.
Falcón, también gobernador del estado Lara (oeste), anunció que la
oposición acudirá “en las próximas horas” ante el Ministerio Público “a
hacer las denuncias formales” para que se investigue y se determinen
responsabilidades “y que el Ejecutivo se pronuncie sobre estos hechos”.
“¿Qué pudiera ocurrir en Venezuela si Henrique Capriles Radonsky, no
solamente allí, en cualquier parte del país, ve comprometida su
integridad física?: que pudieran surgir escenarios que nadie quiere”,
agregó el dirigente.
Relató que “fue tan delicada la circunstancia” que el delegado de la
oposición tuvo “limitaciones serias” para dejar la sede del Consejo y
debió usar una “vía de escape distinta a la natural” con “vehículos y
escoltas” del CNE, mientras Maduro consideró un gesto de “debilidad” y
una “irresponsabilidad” la ausencia de Capriles.
Y mientras Gobierno y oposición se alistan para una campaña electoral
de apenas diez días, entre el 2 y el 11 de abril, Chávez será
nuevamente objeto de un homenaje este viernes, cuando su cuerpo sea
trasladado a un museo en el oeste de Caracas donde permanecerá embalsado
antes de que se defina la última morada del líder. EFE
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