lunes, 11 de marzo de 2013

El difícil legado económico que deja Chávez


VENEZUELAEl nuevo gobierno venezolano enfrentará una situación de inflación, desabastecimiento y los líos fiscales.



En medio de la profunda tristeza en que han quedado sumidos la mayoría de venezolanos por la desaparición de su máximo líder, la situación económica ha pasado a segundo lugar. Pero solo será por unos días porque después de que el país retorne paulatinamente a la normalidad nuevamente saldrán a flote los problemas que lo están agobiando.


Lo cierto es que, independientemente de quien sea el nuevo gobernante, la situación económica es muy compleja y necesita la adopción de medidas para evitar que la crisis se profundice. El nuevo presidente no la tendrá nada fácil porque recibe una nación con una inflación del 21 %, la más alta de América Latina -el promedio en el continente es de 5,8 %- y un desabastecimiento de los principales productos básicos de la canasta familiar como consecuencia de la regulación de precios, los controles cambiarios y el desestimulo a la producción industrial.

A pesar de que Venezuela es el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo por encima de las de Arabia Saudita -cercanas a los 300.000 millones de barriles-, y de que en los últimos años recibió millonarios recursos por la bonanza de los precios internacionales del petróleo, hoy tiene un nivel récord de endeudamiento público externo, que según algunos analistas supera los 100.000 millones de dólares.

El descuadre en las finanzas públicas también es uno de los más altos de la región, cercano al 15 % del Producto Interno Bruto (PIB). El nivel de sus reservas internacionales también está en descenso. Después de llegar a una cifra récord de 43.000 millones de dólares en 2008 hoy están en menos de 30.000 millones.

Pero en el otro lado de la moneda están los avances en materia social que son los que más esgrimen sus seguidores a la hora de defender su legado. La pobreza durante su gobierno bajó de 48 % a 27 %, ubicando a Venezuela en el tercer país con menor número de pobres en América Latina. Ese descenso fue producto de sus programas sociales y de las misiones bolivarianas en educación, salud, vivienda, entre otros, que se destinaron a favorecer a los venezolanos de menores ingresos. La tasa de desempleo también es una de las más bajas de la región con 5,9 %.

¿Qué viene ahora?
Ahora la pregunta que muchos se hacen en qué rumbo tomará la economía venezolana tras la desaparición de Chávez, Y la respuesta parece cosa más de adivinos que de economistas. Es tal el grado de incertidumbre en torno a lo que pasará en el vecino país que es difícil hacer proyecciones porque todo está amarrado a cómo se desenvuelvan los acontecimientos políticos. 

El gran interrogante es qué decisiones tomará Nicolás Maduro si es elegido como presidente en la próxima contienda electoral. Es posible que de un compás de espera y no tome medidas como el aumento de impuestos, una mayor devaluación a la recientemente aprobada del 46 por ciento, ajuste en el gasto público o mayor flexibilidad cambiaria, porque no querrá asumir un alto costo político o enviar un mensaje a sus seguidores de que está dando marcha atrás en las políticas económicas de su antecesor. 

Pero tarde o temprano tendrá que tomar decisiones impopulares porque de lo contrario el país se podría ir a pique. El analista y escritor venezolano Moisés Naím señala que la situación económica es insostenible por lo que prevé la adopción de medidas impopulares, que generarán inconformidad entre la población. 

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, sostiene, por su parte, que lo más probable es que en el corto plazo nuevamente haya más gasto público para alimentar la campaña electoral de Maduro. Pero si gana necesitará hacer concesiones con los diferentes grupos de poder, entre los que se encuentran los ‘boliburgueses’, es decir, los nuevos ricos de Venezuela que se vieron favorecidos por los estrechos vínculos con la revolución bolivariana. 

Si Maduro escoge el camino de la radicalización la situación económica se complicará porque se puede endurecer la política de nacionalización de empresas y los controles de precios y de cambios. 

Colombia mira muy de cerca lo que pueda pasar en el vecino país. El Gobierno Nacional espera que el comercio bilateral no se desplome teniendo en cuenta que Venezuela es uno de sus principales socios comerciales. En su mejor momento, en 2008, las exportaciones a ese país ascendieron a una cifra histórica de 6.000 millones de dólares, pero en los últimos años ante los problemas políticos se registró un fuerte retroceso y hoy no llegan a la mitad de esa cifra. 

Hay regiones que están sufriendo más que otras y que están a la expectativa de lo que pueda pasar. Ese es el caso de Cúcuta y las poblaciones aledañas la situación es dramática: el desempleo es uno de los más altos del país, con 15,9 %, y la informalidad supera el 70 %. Cientos de comercios han tenido que cerrar sus puertas en los últimos meses.

El presidente Juan Manuel Santos visitó ciudad a fines de la semana pasada con el fin de conocer de primera mano lo que está sucediendo. El mandatario quien viajó con varios de sus ministros analiza las medidas que tomará el equipo económico. Por ahora Colombia está a la expectativa en torno a cómo se desarrollarán los acontecimientos en la vecina nación y cómo se afectarán las relaciones no solo políticas sino comerciales.

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