El cardenal argentino Jorge Bergoglio fue elegido el miércoles como
Papa para liderar a la Iglesia Católica Romana, en una sorpresiva
decisión, y dijo que tomará el nombre de Francisco I.
El Papa Francisco, de 76 años, apareció en el balcón de la Basílica
de San Pedro una hora después de que emergiera humo blanco de la Capilla
Sixtina, la señal de que se había elegido al nuevo líder de los 1.200
millones de católicos en el mundo.
La elección de Bergoglio fue anunciada por el cardenal francés
Jean-Louis Tauran con la frase en latín “Annuntio vobis gaudium magnum.
Habemus Papam” (“Les anuncio una gran alegría. Tenemos un Papa”.
Francisco se convierte en el pontífice número 266 en los 2.000 años
de historia de la Iglesia, una institución que atraviesa por una crisis
causada por escándalos de abusos sexuales, disputas y burocracia al
interior del Vaticano y la propagación del secularismo.
Su elección dio por tierra con una de las principales conjeturas
previas a la elección, que el nuevo Papa debería ser relativamente
joven.
El argentino es el hombre de más edad de la mayoría de los candidatos
y apenas había sido nombrado en las listas previas de los grandes
candidatos antes del cónclave.
Es el primer jesuita en convertirse en Papa.
Los cardenales eligieron a Bergoglio en el segundo día del cónclave
para definir al sucesor de Benedicto XVI, quien renunció inesperadamente
el mes pasado.
La decisión se produjo más rápido de lo esperado, en el primer día
completo de votaciones de los 115 cardenales electores, quienes se
recluyeron tras los muros de la Capilla Sixtina el martes por la tarde.
Una jubilosa multitud congregada en la Plaza San Pedro comenzó a
aplaudir cuando emergió el humo blanco, tras haber esperado en medio de
una persistente lluvia y el viento helado para presenciar un momento
histórico.
Benedicto XVI renunció inesperadamente el mes pasado por considerar
que su salud no era lo suficientemente fuerte como para encarar los
desafíos de la Iglesia, la mayor organización del mundo con unos 1.200
millones de creyentes.
Sólo un hombre desde el comienzo del siglo XX, Pío XII, fue elegido
en las primeras tres votaciones y, en promedio, han sido necesarias
siete votaciones en los nueve últimos cónclaves. Benedicto XVI fue
elegido en el 2005 después de cuatro votaciones.
Emoción
Los peregrinos y turistas empezaron a llegar a la Plaza San Pedro temprano en la mañana esperando ser testigos de la historia.
“Es un momento maravilloso, un momento histórico”, dijo monseñor
Ronny Jenkins, secretario general de la Conferencia de Obispos Católicos
de Estados Unidos.
Los cardenales quedaron recluidos el martes en la Capilla Sixtina,
bajo los frescos de Miguel Angel, tras un día de pompa religiosa y
oración y que terminó, como se esperaba, con humo negro saliendo de la
chimenea dos horas después.
Ningún cónclave moderno alcanzó una decisión el primer día, que se
considera un filtro, pero, con rapidez, los cardenales eligieron al
nuevo Papa en la segunda jornada.
Francisco I asumirá una carga que según dijo Benedicto XVI en febrero, iba más allá de sus capacidades físicas.
La Iglesia sufre los escándalos por abusos a niños y el caso
“Vatileaks”, en el que el mayordomo de Benedicto XVI reveló documentos
que denunciaban corrupción y luchas internas dentro de la Curia, la
burocracia central del Vaticano.
También se ha visto sacudida por la rivalidad de otras iglesias, el
avance del laicismo, especialmente en Europa, y los problemas en la
gestión del banco Vaticano.
Todos los prelados reunidos en la Capilla Sixtina fueron elegidos por Benedicto XVI o por Juan Pablo II, reseñó Reuters.
Más temprano
Una densa fumata blanca anunció este miércoles por la tarde en la
plaza de San Pedro del Vaticano la elección de un nuevo papa de la
Iglesia católica, que sucederá a Benedicto XVI.
El mensaje del esperado humo fue confirmado por el tañido de las
campanas de San Pedro, bajo las aclamaciones de una muchedumbre
enfervorizada que desafió la lluvia intermitente con paraguas y banderas
multicolores.
“Viva el Papa”, “Viva el Papa”, gritó la multitud tras conocerse el
resultado en el segundo día del cónclave, tras la quinta votación.
El nombre y la nacionalidad del 266º Papa de la historia será revelado sucesivamente desde el balcón de San Pedro.
La elección del primer Papa que deberá ejercer sus funciones con su
predecesor en vida –Benedicto XVI renunció a su cargo el 28 de febrero–
marca el inicio de una nueva era para la Iglesia católica, sacudida en
los últimos años por escándalos y controversias.
En breve, el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran,
proclamará desde el balcón de la Basílica de San Pedro la famosa frase
en latín “Anuntio vobis gaudium, habemus Papam” (Os anuncio una gran
alegría, tenemos Papa), con la que se revela al mundo el nombre del
nuevo líder de 1.200 millones de católicos.
El recién elegido se asomará entonces para impartir su primera
bendición “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo) vestido por primera
vez con la sotana blanca papal.
Durante la hora que separa su elección de su presentación pasará a la
llamada “Sala de las lágrimas”, donde los elegidos suelen llorar allí
en relativa intimidad, ante la magnitud de la responsabilidad que acaban
de asumir.
Con esta elección concluyen cuatro semanas inéditas en la historia
moderna de la Iglesia después de la renuncia inesperada de Benedicto
XVI, alegando “falta de fuerzas”, un hecho sin precedentes en los
últimos siete siglos.
El nuevo pontífice también tendrá que responder a los escándalos que
estallaron durante el último pontificado, como el de los abusos sexuales
a menores o el caso “VatiLeaks” de filtración de documentos
confidenciales del pontífice que terminó por revelar una trama de abuso
de poder en la Curia, el gobierno central del Vaticano.
A estos problemas, se suma una pérdida de influencia de la Iglesia
debido a la disminución de fieles y a las críticas de una parte de los
católicos por hacer oídos sordos a la evolución del mundo moderno en
temas como el papel de la mujer en la Iglesia y la sexualidad.
Los 115 cardenales, de 51 países de los cinco continentes, entraron
en cónclave el martes. Según la constitución apostólica, debían
permanecer recluidos hasta que un candidato obtuviera dos tercios de los
votos, en este caso 77.
Un puñado de favoritos figura entre los nombres más citados por los
expertos, entre ellos un italiano, el arzobispo de Milán, Angelo Scola,
de 71 años, y tres prelados del continente americano.
Se trata del brasileño Odilo Scherer, de 63 años, arzobispo de Sao
Paulo y considerado el candidato de la curia; del canadiense Marc
Ouellet, prefecto de la congregación para los Obispos y discípulo de
Benedicto XVI; y del mediático estadounidense Timothy Dolan, de 63 años y
arzobispo de Nueva York.
La Iglesia católica enfrenta una crisis con múltiples aristas que
debería obligarla a adoptar reformas, simplificar sus estructuras,
introducir nuevas maneras de tomar decisiones en forma colegial y sobre
todo hacer limpieza en sus finanzas por las críticas a la falta de
transparencia en la gestión de su banco, el Instituto de Obras de
Religión (IOR).
Encontrar soluciones al descreimiento creciente y a la fuga de fieles
hacia otras religiones, como las evangélicas en Latinoamérica, así como
a la disminución de las vocaciones, serán otros retos del nuevo papa,
cuyo primer viaje importante debería ser a Brasil para asistir en julio a
la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro, reseñó Afp.
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